¿Sabías que tu piel puede ser golpeada por el daño solar en invierno? Así es: los rayos UV están presentes todo el año, por lo que es importante protegerte 24/7, 365.
Contrario a la creencia popular, el sol de invierno también puede dañar la piel, causando desde manchas de sol hasta arrugas. Aquí te explicamos cómo evitar el daño de los rayos UV en invierno.
¿Cómo afectan los rayos UV a la piel en invierno?
Es un error pensar que la piel no puede sufrir daño solar en invierno. En realidad, los dañinos rayos UV están presentes todo el año, solo en cantidades diferentes.
Los rayos UV se pueden dividir en tres categorías: UVA, UVB y UVC, que son absorbidos por la atmósfera antes de que lleguen a la Tierra. Mientras que los rayos UVB - los responsables del bronceado (o quemaduras solares) están en su punto más alto en verano, los rayos UVA están presentes todo el año en cantidades iguales, ya sea en Nueva York en enero o en Nairobi en julio. Los rayos UVA también tienen una longitud más larga que los rayos UVB, lo que significa que son capaces de penetrar más profundamente en la epidermis. Esto los convierte en una de las principales causas del fotoenvejecimiento cutáneo.
Los estudios han demostrado que los rayos UVA pueden atravesar las nubes y la niebla, así como el vidrio y otras superficies reflectantes, como las ventanas del transporte público. En resumen, donde quiera que haya luz solar, hay rayos UVA y por lo tanto, aunque puede haber menos luz solar en el invierno que en el verano, es importante proteger la piel.
Cuidar la piel del sol invernal
Desde la polución hasta el estrés oxidativo, la vida en la ciudad puede pasar factura a nuestra piel. Además, las condiciones invernales, como la nieve, el viento y las bajas temperaturas, tienden a dejar la piel más seca y más sensible que en verano.
Como resultado, la textura es clave cuando se trata de proteger la piel del daño solar en invierno. Sabemos cuán importante es la limpieza para eliminar el exceso de contaminación de la piel, así que opta por un limpiador a base de crema o agua cuando retires tu maquillaje y siempre cremas de día con FPS de al menos 25.
Finalmente, si te vas de vacaciones este invierno recuerda que los rayos UV pueden rebotar en superficies reflectantes, como la nieve y el agua, así que no olvides empacar tu protector solar independientemente del clima que estés esperando.